EL ORGULLO DE SER ECUATORIANO
(Discurso compuesto para un pequeño orador. Recuerda pronunciarlo con pausa y entonación. Sintiendo lo que se dice. Orgullo de ser Ecuatoriano)
Damas y caballeros:
Compañeras
y compañeros
Compatriotas
todos:
Constituye
para mí, motivo de gran honra, privilegio y honor, ser el portavoz de un
sentimiento que inunda los corazones, embelesa el alma y acrisola el espíritu. Es el sentimiento nacido desde las entrañas
de nuestra identidad nacional. Es el sentimiento que embarga a todos y cada uno
de los descendientes del Pichincha, de Tarqui, de Paquisha y del Cenepa, de todos
los hermanos ecuatorianos, compatriotas portadores
de la misma sangre, primogénitos de este
bendito pedazo de tierra que nos vio nacer y que nos verá morir, gloriosamente cobijados
en su seno.
Sin
lugar a dudas, la Patria, es el
sentimiento indeleble que une a costeños con serranos, a amazónicos con
insulares, a niños con adultos, a hombres con mujeres, altivamente resguardados
por nuestra bendita bandera, protegidos como blasón por nuestro glorioso
escudo, y entonando con emoción las sagradas notas de nuestro himno, orgullosamente podemos decir, que no hay pasión más
indescriptible, ni fervor más admirable, que sentirse privilegiado de ser
ecuatoriano.
Como
no estar orgulloso de haber nacido en esta tierra, bendecida por Dios y venerada por nosotros; esta tierra bañada por majestuosos ríos, que
cual brazos fraternos ciñen cada centímetro
de este terruño, haciéndolo más fértil, más fecundo y más productivo.
Como
no estar orgulloso de haber nacido en esta tierra, adoquinada con imponentes
nevados, montañas y volcanes, que cual feroces celadores vigilan desde las
alturas nuestra integridad territorial.
Como
no estar orgulloso de haber nacido en esta tierra, frondosa cual su selva profunda, abundante en
sabia límpida, esmeralda e inmaculada. Siempre presta a ofrecernos su lozanía,
su frescura, su belleza, su imponente verdor.
Como
no estar orgulloso de haber nacido en esta tierra y ser hermanos de sangre de Atahualpa, de Rumiñahui, de Calderón, y de Alfaro, de tantos
y tantos gloriosos héroes, célebres y anónimos, que sin pensarlo dos veces,
ofrendaron sus vidas, por darlos libertad.
Son
por estos motivos, que sin lugar a
dudas, puedo expresar a viva voz, con el alma en la garganta y la patria en el corazón,
que orgulloso me siento de ser ecuatoriano, desde siempre y hasta siempre.
MUCHAS GRACIAS
ResponderEliminarTodos sus discursos son excelentes felicitaciones, estimado colega. Bendiciones
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