jueves, 24 de mayo de 2012

24 MAYO - EXALTACIÓN A LA BATALLA DEL PICHINCHA


“Cuando las fuerzas morales de una generación se alzan contra el orden establecido por motivos de justicia, es necesario romper las ataduras  que vincula con el oprobió, y  donde sólo queda espacio para la victoria. En esas circunstancias, las  almas  son conminadas: “cerrad la entrada a todas las sugestiones de la cobardía   El triunfo será entonces, el canto a la  vida y  la esperanza. “ José Joaquín de Olmedo.

La historia del Ecuador está profundamente ligada a la historia de sus patriotas, valerosos hombres, jóvenes soldados, indomables combatientes que desde tiempos inmemorables con épicas proezas  y heroicas hazañas constituyen la herencia de sangre que gracias a Dios fluye  por nuestras venas.

Siempre estuvieron presentes los recuerdos de aquellos inmortales hombres, alentándonos a seguir su ejemplo de sacrificio incansable por defender su Patria, como en las faldas del majestuoso Pichincha hace ya 190 años, donde se forjó en tropel de bayonetas,   la libertad definitiva de nuestra nación.

En este histórico escenario de los albores del nacimiento de nuestro Ecuador, destaca de sobremanera la indescriptible victoria de las fuerzas independentistas al mando del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, cuyos valerosos soldados provenientes todos y cada uno de los rincones de la Patria, conquistaron un espléndido triunfo necesario para mantener la dignidad nacional, la bendita,  indeleble, e inmaculada,  Libertad.
Esta mañana, casi dos siglos después de aquella fragua inolvidable del 24 de Mayo, nuestros jóvenes y  gallardos cadetes continúan  el ejemplo de nuestros patriotas; no con las armas, gracias a Dios, sino con los libros, los valores y las enseñanzas, que son la artillería moral contra el enemigo común,  de la mediocridad, la inmundicia y la desesperanza.
Estos  esforzados abanderados, que orgullosamente  portan nuestros colores, son el más claro  reflejo de la sobria educación impartida en nuestras aulas,  son el espejo en que se deben mirar, todos sus compañeros, son el ejemplo a seguir por su comunidad y por sobre todas las cosas, son el orgullo del alma, corazón y vida de sus esforzados Padres y familiares. Que maravilloso debe ser, que el fruto mismo de sus entrañas, que lo más sagrado que un ser humano puede tener: sus hijos, porten con hidalguía, nobleza y sobra de merecimientos, las benditas divisas de nuestro colegio, nuestra ciudad y nuestra Patria.  Si sus hijos han triunfado, es porque Uds. Srs. Padres de familia, son  también unos triunfadores: felicidades por tener los hijos que tienen, y por confiar su educación en nosotros.
Por eso hoy,  quiénes somos y nos sentimos ecuatorianos de corazón rendimos homenaje a la Bandera y al Pichincha, lugar bendito donde  se forjó la verdadera identidad nacional.   Debemos sentirnos orgullos de ser patriotas, de haber nacido bajo el cobijo de esta bendita bandera, de esta bendecido país, tal vez pequeño en extensión pero infinitamente grande en coraje, civismo, valentía,  voluntad, al unísono del ejército ecuatoriano indisolublemente unidos al corazón de la patria y al alma de nuestra nación.
Damas y caballeros.

1 comentario:

  1. HOLA AMIGO, QUE GUSTO ENCONTRAR TUS PRODUCCIONES DE DISCURSOS Y POEMAS. LA VERDAD ERES UN EXCELENTE SER HUMANO Y PROFESIONAL. BENDICIONES Y ÉXITOS POR SIEMPRE. FELICITACIONES.

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