En estos momentos aciagos de la Patria, en donde son
necesarios ejemplos de probidad, rectitud y dignidad para la niñez y juventud
de nuestra nación, se erige de sobremanera la figura excelsa de Simón Bolívar Palacios,
libertador de cinco naciones y redentor de la libertad en América del Sur.
Nació en Caracas (Venezuela) un 24 de Julio de 1783 y a
pesar de haber quedado huérfano a temprana edad, nunca fue impedimento para que
su espíritu indomable y corazón patriota no de deje de latir por la
emancipación del enemigo invasor.
Simón Bolívar viajó a Roma
y junto a su tutor, Simón Rodríguez, juró al pie del Monte Sacro, que no
descansaría hasta alcanzar la libertad de su patria amada. Llegando a Venezuela
se unió a los conspiradores patriotas, que en 1810 derrocaron al Capitán
General Vicente de Emparan. Desde entonces se hizo protagonista de los
principales sucesos y batallas por la Independencia de Nueva Granada, a la que
bautizó como República de Gran Colombia.
En 1823, llegó a Lima para luchar por la Independencia del Perú. Al mando del Ejército Unido, el Libertador logró las brillantes victorias de Junín, Ayacucho y Pichincha. Permaneció en Lima hasta 1826 organizando la Federación de los Andes, proyecto que uniría a la Gran Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador.
Sin embargo, decepcionado y acorralado por sus enemigos políticos,
ya enfermo Simón Bolívar renunció al poder en abril de 1830 y se retiró a Santa
Marta, falleciendo el 17 de diciembre de 1830, exclamando sus célebres y últimas
palabras: “He arado en el mar”.
Estudiantes: “Que
el espíritu libérrimo de Simón Bolívar sea el adalid de sus vidas y los ayude a
liberarse de las cadenas de la injusticia, la ignominia y la falta de
conocimiento.”. Jóvenes: si las armas
nos han dado la independencia, sólo el estudio nos dará la verdadera libertad”
Muchas Gracias